asumiendo que no te criaron vegano o no eres intolerante a la lactosa, probablemente te animaron a beber mucha leche cuando eras niño. Después de todo, es una buena fuente de calcio y te ayuda a desarrollar huesos fuertes. Tendemos a pensar en la leche como algo bueno con beneficios positivos para la salud. Pero, ¿qué pasa si bebes demasiada leche?

resulta que no hay tal cosa como beber demasiada leche. Un estudio de 2014 encontró que las mujeres que beben tres o más vasos de leche todos los días casi duplicaron su riesgo de enfermedad cardiovascular., También aumentó su riesgo de cáncer en un 44 por ciento (en comparación con aquellos que bebían menos de un vaso de leche todos los días), y no hizo nada para protegerse mejor de las fracturas óseas. Si bien el estudio solo sugirió que puede haber un vínculo entre el aumento del consumo de lácteos y la salud (aún se necesita más investigación), los hallazgos fueron lo suficientemente concluyentes como para que el autor principal del estudio, Karl Michaelsson, un profesor sueco de Ciencias quirúrgicas, cambiara su estilo de vida. «Los hallazgos del estudio han sido, para mí, lo suficientemente fuertes como para reducir mi consumo de leche», dijo (a través de CBS News).,

ese estudio podría no ser concluyente, pero hay otras razones para dejar la leche. La leche entera tiene muchas calorías, 149 por taza, por lo que beber mucha leche puede causar un aumento de peso involuntario, dice Livestrong. La intolerancia a la lactosa también puede desarrollarse a medida que envejece, por lo que si experimenta problemas digestivos que no estaban presentes en la infancia, los lácteos son probablemente los culpables.

La leche es saludable en dosis moderadas, pero tenga cuidado de darle demasiado a los niños. Demasiada leche puede afectar la absorción de hierro, lo que puede provocar anemia en los niños pequeños., Los Centros para el Control y la prevención de Enfermedades recomiendan que los niños menores de 1 año no reciban leche de vaca. Los niños mayores deben limitarse a dos o tres tazas de leche por día. Beber demasiada leche puede hacer que el niño se sienta lleno, lo que le impide comer otros alimentos que son necesarios para una dieta equilibrada.