El cuerpo necesita del magnesio para producir energía y sintetizar proteínas y grasas, además de regular la actividad muscular y del sistema nervioso. Sin embargo, a pesar de su importancia, buena parte de la población tiene deficiencia de magnesio sin saberlo.

La cuestión es que el aporte de magnesio es insuficiente como consecuencia de una mala elección de los alimentos, como por ejemplo, los cereales refinados., Sumándole la poca verdura de hoja verde que muchos dejan de consumir porque «no sabe bien”.

Pese a que es el noveno elemento en abundancia en el orden del % de la corteza terrestre y el tercero más abundante disuelto en el agua de mar, existe un agotamiento en la tierra que afecta directamente su consumo.

Por esta razón, consideramos que es importante saber un poco más sobre el magnesio. A continuación, te presentamos información de interés.

¿Por qué necesitamos magnesio?,

El magnesio es un mineral esencial para el funcionamiento de cientos de enzimas de nuestro cuerpo, en concreto aquellas que producen, transmiten, almacenan y utilizan energía. Por ejemplo, es indispensable para:

  • La síntesis de proteínas que necesita el organismo para multiplicar y desarrollar las células.
  • La activación de las señales eléctricas a través de las cuales se comunica nuestro cuerpo.
  • Mantener la tensión arterial regulada, el tono vascular, la transmisión de señales entre neuronas y la corriente sanguínea.,
  • El funcionamiento de los músculos.
  • El magnesio es tan importante para la formación de huesos sanos, como el calcio o la vitamina D.
  • La liberación de las cantidades adecuadas de serotonina, un neurotransmisor que regula nuestro estado anímico entre otras cosas. Su déficit, por ejemplo, puede ocasionar una fuerte depresión.

O sea, que vivir con un déficit de magnesio es como querer arrancar el coche sin tener gasolina en el depósito.,

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La conexión entre el calcio y el magnesio

El magnesio escasea mucho más en nuestra dieta que, por ejemplo, el calcio. Sin embargo, a este último nutriente le dedicamos mayor atención, a pesar de que ambos son indispensables para mantener unos huesos sanos y fuertes.,

Son pocas las personas que comprenden que el calcio necesita de su socio, el magnesio, para servir al cuerpo tan bien como debiera. Por ejemplo, un exceso de calcio podría llegar a bloquear la captación del magnesio, lo que podría repercutir en la salud de la persona de manera negativa.

Los dos minerales deben actuar juntos, dado que el magnesio controla la entrada del calcio en cada célula. Si la cantidad de magnesio es inadecuada y entra demasiado calcio en la célula, puede ocasionar calambres, migrañas, jaquecas, ansiedad, entre otros.,

Además, el magnesio contribuye a la disolución del calcio en la sangre, lo que contribuye a que no se formen cálculos renales. Así es que con esto hay que tener mucho ojo porque tomar calcio sin magnesio para la osteoporosis puede favorecer la formación de cálculos.

¿Por qué padecemos cada vez de mayor insuficiencia de magnesio?

Como hemos comentado antes, nuestra dieta habitual no tiene un aporte adecuado de magnesio. Pero, ¿por qué sucede esto?,

Por el procesado de los alimentos

La industria alimenticia reduce muchísimo el contenido de magnesio y de otros nutrientes en la transformación de los alimentos. Por ejemplo, cuando refinan el trigo para convertirlo en harina blanca, eliminan la mayoría del magnesio que este tiene de forma natural.

Lo mismo ocurre en la transformación de la melaza en azúcar, perdiendo el 98 % de su magnesio. Además, hervir las verduras o congelarlas también hace que se desprenda el magnesio.,

Los aditivos como el aspartamo, el glutamato monosódico (muy presente en la comida china) y el alcohol agotan las reservas de magnesio.

Para conocer un poco sobre las fuentes que contienen este mineral, podemos mencionar un estudio realizado por la National Institutes of Health (NIH), donde aparecen alimentos como las legumbres, nueces, semillas, cereales integrales, hortalizas de hojas verdes como la espinaca, cereales para el desayuno y otros alimentos fortificados, también la leche, el yogur y algunos productos lácteos.,

La indigestión y el uso de antiácidos

Si basamos nuestra dieta en alimentos refinados, tenemos todas las papeletas para sufrir indigestión. Por esta razón, es muy común consumir antiácidos sintéticos, que agotan el ácido clorhídrico de nuestro estómago, e impiden una correcta absorción del magnesio.

Prácticas de cultivo

Normalmente tendemos a cultivar gran parte de nuestros alimentos en tierras que, según la creencia popular, están bajando considerablemente sus reservas de magnesio, así como de otros minerales., De esta manera la cantidad de magnesio que debiera entrar en nuestra dieta, de manera natural, puede ser menor.

La ingesta de fármacos

Por otra parte, también se cree que muchos de los fármacos de consumo habitual, como los diuréticos, la píldora anticonceptiva, la insulina, la cortisona y algunos antibióticos, pueden influir en que nuestro cuerpo desperdicie magnesio. Aunque no haya una prueba científica de ello, es recomendable acudir a un médico, antes de intentar auto medicarnos con algunas de estas o cualquier otra medicina.,

Los efectos de la insuficiencia en magnesio

La siguiente lista es una recopilación parcial de los trastornos o enfermedades que están directamente relacionadas con la insuficiencia de magnesio. Estas pueden tratarse si aumentamos el consumo de este mineral.

Ansiedad y ataques de pánico

El magnesio contribuye a controlar las hormonas del estrés y el funcionamiento normal del cerebro.

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Depresión

Se han hecho investigaciones, como por ejemplo un estudio realizado por la Universidad de Vermont, en los Estados Unidos, donde se indica que, tomar una cantidad determinada al día de este mineral, beneficia a las personas que padecen estos trastornos, ayudando a restablecer las funciones del sistema nervioso central, equilibrando hormonas como la dopamina y la serotonina, lo que mejora los síntomas de la depresión.

Asma

El magnesio ayuda a relajar los músculos de los bronquiolos de los pulmones.,

Estreñimiento

El magnesio ayuda a regular los movimientos de los músculos peristálticos del intestino. De hecho, es común tomar leche de magnesia como remedio para el intestino.

Diabetes

El magnesio ayuda a la insulina a transportar la glucosa al interior de las células. Si esta ayuda no existiera, la glucosa se acumularía en los tejidos, causando estrés glucémico y daños.

Cardiopatías

La insuficiencia de magnesio es común en las personas que padecen del corazón., Por esta razón, el magnesio es un tratamiento eficaz para los ataques del corazón y las arritmias.

Hipertensión

Como hemos comentado, el magnesio contribuye a regular la vasoconstricción y la presión arterial.

Insomnio

El magnesio regula la producción de melatonina, la hormona que controla el tiempo que permanecemos dormidos o despiertos.

Problemas nerviosos

Como hemos comentado antes, un desequilibrio en magnesio puede ocasionar calambres, jaquecas e incluso cólicos.,

Osteoporosis

Sin magnesio, el calcio podría favorecer la osteoporosis.

¿Qué alimentos son ricos en magnesio?

Ya hemos mencionado algunos, pero hay algunos alimentos que, por su composición, son especialmente ricos en magnesio. Los datos que os vamos a ofrecer son en miligramos por cada 100 gramos o, lo que es lo mismo, por 3,5 onzas. Veamos algunos de ellos:

  • Almendras: 270 miligramos.
  • Alubias cocidas: 37 miligramos.
  • Cacahuetes: 175 miligramos.,
  • Col verde: 57 miligramos.
  • Germen de trigo: 336 miligramos.
  • Kelp/algas laminariales: 760 miligramos.

Como vemos, los alimentos más ricos en este nutriente son los cereales integrales y las verduras de cultivo ecológico, así como la sal marina de buena calidad y las algas.

¿Cómo debemos tomar los suplementos?

A la hora de consumir magnesio tenemos que tener muy en cuenta la cantidad de calcio que tomamos al día. Así, la proporción que debemos mantener es de 1:1 o de 2:1, a favor del calcio., Es decir, que como mucho podemos tomar el doble de calcio que de magnesio para poder mantener un equilibrio.

Sin embargo, en la actualidad llegamos a consumir un promedio de 10 veces más de calcio que de magnesio, ya que lo consumimos sin darnos cuenta a través de muchos alimentos a los que se lo añaden.

Podemos encontrarlo en diversos formatos. Por ejemplo, puedes bañarte en sales de Epsom que son ricas en magnesio y tu piel lo absorberá para restablecer sus niveles óptimos.

También puedes tomarlo en cápsulas, en pequeñas dosis repartidas en dos durante el día., Puedes regular la cantidad que te sea necesaria, manteniendo siempre un equilibrio entre calcio y magnesio.

Cuando sobrepases tu límite, notarás las heces diarreicas, por lo que es mejor tomarlo repartido, en ayunas o no, a fin de regular la dosis necesaria.

No obstante, la toma de estos suplementos siempre debe ser supervisada por un profesional de la nutrición, puesto que cada cuerpo es diferente y estas cuestiones se deben examinar con cautela.