antecedentes: el acceso venoso en el Departamento de emergencias (de) es una habilidad de procedimiento a menudo subestimada dada la frecuencia de su uso. El estado clínico del paciente, la necesidad continua de investigación de laboratorio y la terapéutica intravenosa guían el tamaño, el tipo y la colocación del catéter. La disponibilidad de personal capacitado y equipos dedicados que utilicen técnicas de inserción guiadas por ultrasonido en situaciones técnicamente difíciles también puede afectar la selección., Se garantiza la selección adecuada del dispositivo en el contacto inicial con el paciente para minimizar el riesgo y el costo.

objetivo: comparar las indicaciones y complicaciones del dispositivo de acceso venoso, destacando el uso de catéteres de línea media como un abordaje potencialmente rentable y seguro para el acceso venoso en el de.

discusión: los catéteres de línea media (MC) ofrecen una tasa comparable de infección sanguínea relacionada con el dispositivo a los catéteres intravenosos periféricos (PIV) estándar, pero con una tasa significativamente menor que los catéteres centrales de inserción periférica (PICC) y los catéteres venosos centrales (CVC) (PIV 0.,2/1000, MC 0.5/1000, PICC 2.1-2.3/1000 CVC 2.4-2.7/1000 días de catéter). El tiempo de permanencia promedio de un MC se reporta como 7.69-16.4 días, que supera con creces los PIV (2.9-4.1 días) y es comparable a los PICCs (7.3-16.6 días). El costo de la inserción de un MC se ha citado como comparable a tres PIVs, y su uso se ha asociado con un ahorro significativo de costos cuando se coloca para evitar el acceso venoso central prolongado con CVCs o en pacientes con venas periféricas de difícil acceso., La colocación de un MC incluye técnicas Seldinger modificadas y aceleradas, o todo en uno, con o sin guía de ultrasonido, con una alta tasa de éxito en el primer intento.

conclusión: el MC es un dispositivo de acceso venoso versátil con baja tasa de complicaciones, largo tiempo de permanencia y alta tasa de colocación en el primer intento. Su utilización en el de en pacientes que se considera que requieren hospitalización prolongada o que tienen vasculatura periférica de difícil acceso podría reducir el costo y el riesgo para los pacientes.